
SAN FERMÍN
!Lo juro, lo juro y lo juro! Por mi madre de mi alma que no vuelvo a correr con mis coleguitas nunca más. Esto es de lo más idiota: correr, correr por estas calles estrechas mientras la gente aúlla, tropezándonos unos con otros y teniendo que soportar el olor a cebollinos mezclados con alcohol y chorizo pamplonica. Será típico, pero a mí me la manfunflan.
Pero en cuanto llegue a la plaza me cargo a uno de esos tíos que corren vestidos de blanco, pañuelito rojo al cuello y un periódico enrollado en la mano. Lo juro por la gorda de mi madre y por mi padre desconocido, que en cuanto llegue al callejón lo pisoteo, lo muerdo y lo ensarto por los fondillos, si serán gilipollas…
¡Con lo bien que estaba yo pastando hierba en el prado!
Mª del Carmen Guman